miércoles, 29 de febrero de 2012
viernes, 24 de febrero de 2012
jueves, 23 de febrero de 2012
martes, 21 de febrero de 2012
Carnaval en el bosque.
Desde luego el cuento es para nenes. Aunque la letra de la canción da para bastante...
sábado, 18 de febrero de 2012
Actividades para antes de leer un libro. Por Pablo Albo
1. Busca el momento adecuado. Ni se te ocurra abrir por primera vez un libro si acaban de regalarte una bicicleta. Cuando puedas mirar al libro a la tapa y decirle sinceramente: "Ahora, bonito, estoy contigo. Te escucho. A ver, ¿qué me cuentas?"
2. Busca un lugar tranquilo, agradable, donde dé gusto estar.
También puedes hacerte con una linterna y prepárate para destaparlo debajo de las sábanas por la noche.
Cuando el libro y tú tengáis confianza, podéis practicar deportes de riesgo (para el libro): llevártelo a la playa o al parque o al colegio o donde te dé la gana.
3. Ponte cómodo. No te preocupes por si te duermes. A los libros les encanta dormir en tu regazo, sobre tu pecho o haciendo de visera en la playa.
4. Ya puedes coger el libro. ¡Pero no lo abras todavía!
5. Tócalo, pálpalo, siéntelo. Háblale, dile cosas. Por ejemplo, "como seas un rollo te mato" o "me parece que este es el principio de una gran amistad". (No esperes que te conteste todavía).
6. No lo abras todavía.
7. Huélelo. Cada libro tiene un olor distinto. Piensa me "huele que vamos a echar buenos ratos tú y yo" o cosas así.
8. No lo abras todavía.
9. Míralo. ¿A que parece un cofre cerrado? La cosa de los libros no es solo lo que dicen también lo que parece que van a decir. Lo que sugieren.
10. No lo abras todavía.
11. Pero no lo chupes. Las tintas no suelen ser muy digestivas. No te agobies, tampoco te matarán.
12. Lee el título. Y piensa algo como: "Ah, querido libro, recuerdo que algo parecido me dijo el pirata Border cuando atravesamos la cueva del diablo" (No hace falta que sea verdad. Seguramente lo que te va contar el libro tampoco sea cierto).
13. Ya lo puedes abrir. ¡PERO NO TENGAS PRISA! Date cuenta cómo el libro no la tiene.
14. Sigue. ¡PERO SIN PRISA!
Verás que detrás de esa primera página en blanco tan solo te repite el título y el nombre de los autores. En fin, es para que sepas que no lo hizo una máquina, que esas letras las pusieron ahí unas personas que querían contarte a ti aquellas cosas.
Verás que detrás de esa primera página en blanco tan solo te repite el título y el nombre de los autores. En fin, es para que sepas que no lo hizo una máquina, que esas letras las pusieron ahí unas personas que querían contarte a ti aquellas cosas.
15. Ya estás llegando. No te pongas nervioso. Puede que leas algo como "Capítulo primero" o "Érase una vez" o "En un lugar de la Mancha". Está empezando la función. No tengas miedo. Cualquiera sabe lo que puede pasar a partir de ahí, pero no creo que salgas herido... como mucho un poco en el ánimo a veces, pero nada grave.
Espero que lo disfrutes.
Cuando acabes de leer un libro te puedes poner un aro de oro en la oreja. Es lo que hacían antiguamente marineros tras terminar su primer libro.
Si te ha gustado, díselo a todo el mundo "¡Amo a este libro!". A las personas nos encanta hablar de los libros que nos han gustado, no te sientas un bicho raro por ello.
Si no te ha gustado, no le eches la bronca. Busca otro. Hay libros que gustan a pocas personas y a pesar de todo son buenos.
Sí, es cierto, también hay libros malos que te aburren, te aplastan con palabrerío, tratan de educarte, te intentan convencer de sus rollos... ¡uf! Créeme, todos los hemos sufrido. Cuando te tropieces con un ladrillo de esos, agárralo por la pechera y dile para que se entere: ¡Mira, chaval, tan creído que te lo tienes, conozco a muchos que te pegan mil vueltas!" Que no te impidan llegar a esos otros que te harán imaginar cosas que ni te imaginas.
domingo, 12 de febrero de 2012
martes, 7 de febrero de 2012
Elenita
Elenita quería ser sopladora de vidrio, igual que su papá. Pero su papá puso el grito en el cielo y dijo que de eso ni hablar. Así que a la niña no le quedó más remedio que vestirse de nino y emprender un largo viaje lleno de aventuras sólo para conseguir su anhelado sueño.
jueves, 2 de febrero de 2012
Un clásico: La Cenicienta
Pero la buena, no la de siempre. La que no quería comer perdices... y no las comió.
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